“Urgente: Dos explosiones en la Casa Blanca y Barack Obama herido”. Este es el tweet que, el 23 de abril de 2013, aparecía en la cuenta oficial de Twitter de la agencia de comunicación Associated Press (AP).
Obviamente, se trataba de un hackeo que sufrió AP y, aunque a los pocos minutos el mensaje fue eliminado y la cuenta cancelada, no se pudo evitar que fuese retweeteado hasta 4700 veces. Así mismo, durante los 3 minutos de histeria, el Down Jones cayó de golpe 150 puntos.
En abril de 2013, el cantante Andrés Calamaro causó un gran revuelo al publicar en Twitter una foto de su expareja desnuda, poco tiempo después de que ella cortara la relación. Aunque el compositor argentino no tardó mucho en borrarla, sufrió una lluvia de críticas, incluso de sus fans más incondicionales, que reprochaban su actitud. Sin embargo, lejos de disculparse, arremetió contra los que le criticaban para, poco después, publicar: “Un consejo para los hombres que quieran reconquistar a sus mujeres: no insistan, no manden tuits y mucho menos posteen fotos de ella desnuda, eso es de manual”.
Seguramente sea uno de los tuitidios más conocidos, ocurrido a un famoso. Es el caso de Paula Vázquez, que en octubre de 2012 publicó sin darse cuenta su número de teléfono, así como otros datos privados. No hubiese pasado de anécdota si la presentadora, tras recibir centenares de llamadas, whatsapps y sms, no hubiese publicado algunos de los números de las personas que se ponían en contacto con ella.